Testimonio

« Cuando me matriculé al programa de estudios en Montpellier, sabía que significaba un reto para mí, pero francamente no valoré hasta que punto esta experiencia me impactaría, mentalmente y también emocionalmente. Aprender la lengua y la cultura a través del voluntariado es realmente un programa « genial ». No sólo he aprendido francés diariamente sino que he participado a la vida de la comunidad de manera concreta; me he convertido en una habitante más de Montpellier. Al trabajar en el Instituto Saint Pierre y para la Asociación de Minusválidos de Francia, superé desafíos mentales, emocionales y físicos que han hecho de mí lo que soy ahora. No sólo me ha costado hablar otro idioma sino que además surgían dificultades que nunca habría imaginado. No estaba acostumbrada a vivir este tipo de situaciones. Realmente he aprendido lo que era hablar francés y todo lo que supone vivir en un país extranjero. He vuelto a casa con el sentimiento de haber aprendido muchísimo sobre la vida en un país extranjero. No podía pedir más. “

Jessica KOSS